Una de las constantes que hemos podido identificar en los distintos tipos de negocios que atendemos es la ansiedad de quienes tienen a su cargo la responsabilidad de que la empresa no cierre. Esta ansiedad no sólo afecta el diario vivir de esta persona, sino que su capacidad de toma de decisiones, al equipo de trabajo, a sus familias y quienes lo rodean. Y en este preciso momento, donde el mundo en su totalidad está detenido y transformándose gracias a la aparición del COVID-19, necesitamos preocuparnos de nosotros, nuestra salud mental y nuestra tranquilidad, para poder guiar a nuestros equipos y negocios a salvo por estas turbulentas aguas.
El problema, el gran problema que tenemos en este momento, es que quienes tienen a su cargo los negocios están tan preocupados de los fondos, préstamos y mantener el barco a flote que no se están dando el tiempo de reconocer el estrés y la ansiedad que tienen, y menos de buscar ayuda para eso.
En el mundo de los negocios tradicional el o la líder de la empresa siempre se ha visto como alguien que, contra viento y marea, sabe qué hacer, está siempre tranquilo y resuelve los problemas que le llegan. Es el pilar de confianza y seguridad que mantiene al equipo de trabajo y a los trabajadores enfocados y tranquilos.
Sin embargo, distintos especialistas del área de la salud mental, coaching y liderazgo están de acuerdo en que ésta forma de liderar una empresa, sobre todo en épocas de incertidumbre como las que nos afectan hoy, son nocivas para la salud y, además, para el desempeño de la empresa.
Tenemos que desmitificar el estrés del líder, y abrir las puertas para pedir ayuda. Y el primer espacio que se debe abrir para compartir esta responsabilidad y colaborar en encontrar soluciones es con el propio equipo de trabajo.
Transparentar la realidad de la empresa y buscar soluciones entre todos no sólo ayudarán a disminuir el estrés de quien tenga a su cargo la empresa, sino que también ayudarán a crear un mejor clima de trabajo: A todos nos gusta saber que nuestra opinión es respetada y valorada, además que, como trabajadores, tener información clara y de primera fuente sobre qué está pasando con la empresa es una muy buena señal para la tranquilidad.
Entidades como el Centro para Emprendedores y Colmena 66 han hecho un gran trabajo levantando información y mapeando la realidad actual de los empresarios y emprendedores de Puerto Rico en estas últimas semanas, y una de las grandes conclusiones es que se necesita de manera urgente apoyo profesional en el área emocional. El estrés y la preocupación están pasando la cuenta a los boricuas que buscan mantener sus negocios operativos y a sus empleados con trabajo, y muchos no saben que tienen recursos disponibles para apoyarlos en esa importante área.
A través de nuestro trabajo en One Hundred Ventures hemos llegado a la misma conclusión: Nuestros clientes y colaboradores están, por motivos ajenos a todos, desgastados. Pero no hablamos de ello, por miedo a parecer “exagerados” o “generar preocupación”. Al igual que tenemos que hacer cuando detectamos síntomas del COVID-19, no podemos callar cuando nos damos cuenta de que necesitamos ayuda, y es necesario saber levantar la mano para pedirla.
A través de Negocios SOS, una actividad en conjunto desarrollada entre el Centro para Emprendedores y One Hundred Ventures podemos ayudarte con esto. A conversar, a escuchar los problemas que estás teniendo no sólo en el área profesional, sino que en tu vida como emprendedor o empresario, y podemos ayudarte en el proceso de rearmarse mental, física y laboralmente para que cuando la reapertura total llegue, estés listo para enfrentarla y guiar a tu negocio al éxito en esta nueva realidad que enfrentamos.
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